Nadie puede negar que la cultura de la conectividad es un fenómeno actual y cada vez más creciente, al grado de llegar a afectar la sociabilidad entre los individuos. Las plataformas de las redes sociales han logrado extenderse tanto que no es difícil creer que las manejan casi todos los usuarios de internet, o al menos la gran mayoría. Han alcanzado un poder inmenso al grado de influir en las elecciones de un presidente, que ya es mucho decir. Sin dejar de mencionar que son las poseedoras y manipuladoras de los datos que generan sus usuarios. Y no es que en sí sean malas para la sociedad, ni tampoco un mal necesario. Nuestro mundo podría ser mejor, sin prescindir de estos instrumentos tecnológicos, si replanteáramos los límites entre los dominios público, privado y corporativo que competen a las plataformas de las redes sociales digitales. En el contexto anterior y ante un panorama de confinamiento por la pandemia que padecemos y que se pronostica continúe, es de esperarse que el uso intensivo de Internet y de las redes sociales no disminuya, ni tampoco los efectos que ya ejerce sobre la sociedad. Por esta razón es que nuestro proyecto pretende ser una alternativa a las plataformas de las redes sociales actuales en cuestión de tratar al usuario como un ser libre y no como una fuente lucrativa de datos, implementando software de código abierto y hardware con tecnología de vanguardia que incluso puede continuar funcionando a pesar de una eventual falta de energía eléctrica.
Partimos de los constructos tecnoculturales y de las estructuras socioeconómicas que poseen actualmente las plataformas digitales. Estos han sido organizados en un modelo propuesto por José Van Dijck -quien a su vez fue inspirado por la teoría de actor-red de Bruno Latour y la economía política-, el cual consideramos para después retomar la postura crítica que la autora plantea ante las mismas plataformas. Así mismo, retomamos nuestra experiencia como usuarios, ya que son las plataformas digitales las que median y nos ayudan a codificar actividades sociales en una arquitectura computacional y viceversa.